Brenda Gamboa: de Rivadavia a Nueva York, una vida dedicada a la danza
Una sanjuanina que transforma sueños en realidad y conquista la Gran Manzana con su arte.
Desde pequeña, Brenda Gamboa sintió que la danza era su camino. Criada en Rivadavia, San Juan, comenzó a bailar a los tres años y descubrió en cada movimiento una forma de expresar lo que las palabras no podían. Sus padres, quienes siempre la apoyaron, la inscribieron en clases donde experimentó con diversos estilos, desde folklore hasta cheerleading. Sin embargo, fue en el flamenco y la danza árabe donde encontró su verdadera pasión.
A lo largo de su juventud, Brenda dedicó innumerables horas a perfeccionar su arte. A los 14 años, ya daba clases, y poco después, comenzó a acumular títulos como maestra en diferentes disciplinas. Esta formación le permitió profesionalizarse, pero también reafirmó su sueño de trascender las fronteras de su provincia y explorar el mundo a través de la danza.
El primer destello de su deseo de emigrar se encendió a los 15 años, cuando sus padres le regalaron un viaje a Disney. Esa experiencia no solo la marcó, sino que la inspiró a regresar algún día a Estados Unidos con un propósito más ambicioso. A pesar de enfrentar desafíos y cambios de planes, nunca perdió de vista su objetivo. Una conexión fortuita con una amiga venezolana, a quien conoció en redes sociales y luego en una competencia, la animó a considerar Nueva York como su destino.
En septiembre de 2024, Brenda tomó la decisión de mudarse a Nueva York, donde comenzó a competir y a adaptarse a una vida completamente distinta. Los primeros meses fueron un torbellino de emociones y desafíos: un nuevo idioma, horarios diferentes y una cultura que la obligó a salir de su zona de confort. Aunque enfrentó momentos de incertidumbre, especialmente durante los primeros meses, encontró la forma de establecerse y convertir su experiencia en una oportunidad de crecimiento.
En febrero de este año, Brenda se unió a su amiga venezolana para lanzar un proyecto que combina su amor por la danza y su deseo de formar nuevas generaciones. La propuesta, que les llevó meses de planificación y esfuerzo, consistía en abrir una academia de baile en Manhattan.
A pesar de la distancia, con Brenda viviendo en Nueva Jersey y su socia en Queens, lograron superar los obstáculos y materializar su idea. La inauguración en junio fue todo un éxito, atrayendo a más personas de las que esperaban y marcando el inicio de una nueva etapa en su carrera.
Brenda no solo se ha adaptado a la vida en Nueva York, sino que ha logrado destacarse en un entorno competitivo. Con su academia en crecimiento, ya planea cumplir otro de sus grandes sueños: llevar su danza a España, donde espera seguir enriqueciendo su técnica y explorando nuevas oportunidades.
Su historia es un ejemplo de cómo los sueños, cuando se combinan con esfuerzo y determinación, pueden transformarse en realidades extraordinarias. Brenda Gamboa no solo ha encontrado su lugar en el mundo, sino que inspira a otros a perseguir sus pasiones sin importar cuán lejanos parezcan sus destinos.
