¿Los jóvenes sanjuaninos tienen menos deseo sexual?
La sexóloga sanjuanina Alexandra Amorós analiza cómo el agotamiento, las redes sociales y los cambios en las prioridades están redefiniendo el deseo sexual en los jóvenes.
El 65% de las consultas en sexología clínica en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires provienen de jóvenes entre 18 y 26 años, principalmente varones, que consultan por falta de deseo sexual. Este fenómeno no es exclusivo de Argentina. En Estados Unidos, la psicóloga Jean Twenge identificó una marcada caída en la actividad sexual de los jóvenes, incluso por debajo de la de sus padres y abuelos a la misma edad.
En España, un barómetro reciente de la marca de preservativos Control revela que el 64% de los jóvenes tiene, como mucho, una relación sexual por semana, menos de lo que desean. En Japón, por ejemplo, el 43% de los menores de 34 años aún no ha tenido relaciones sexuales, y casi la mitad de los matrimonios no tiene intimidad mensual. Según The Economist, muchos japoneses consideran que el sexo "a la antigua" resulta engorroso o fatigoso.
¿Qué pasa en San Juan?
En San Juan, la sexóloga Alexandra Amorós explicó a Como! que se observa más que una falta de deseo per se, muchas personas no tienen tiempo para dedicarse al placer. El agotamiento laboral y la falta de energía al final del día afectan la vida sexual, especialmente en parejas que notan la ausencia de intimidad durante semanas.
Además, agregó que a nivel global y generacional, se ha identificado una tendencia en la que los jóvenes valoran más la calidad que la cantidad en las relaciones sexuales. Buscan conexiones emocionales auténticas, pero la dependencia de las redes sociales y las aplicaciones de citas limita el contacto cara a cara. Aunque millones de "matches" ocurren a diario en estas plataformas, no se terminan de concretar encuentros reales.
En la provincia, para ella las consultas sobre deseo sexual muestran una tendencia similar: la falta de conexión emocional, el consumo de contenido sexual en línea (OnlyFans, paginas XXX) y las barreras culturales dificultan los encuentros íntimos. Por otro lado, Amorós, destaca que curiosamente, son las mujeres quienes más buscan ayuda profesional, incluso cuando los problemas de deseo afectan a sus parejas varones. “Estos, por su parte, suelen experimentar culpa y vergüenza, lo que retrasa su decisión de acudir a consulta”, añadió.
Los estudios terminan demostrando que la falta de deseo sexual no es un problema aislado, sino una consecuencia de un estilo de vida que deja poco espacio para el descanso y el autocuidado. Una alimentación deficiente, el insomnio y el estrés son factores comunes que afectan tanto al cuerpo como a la mente, y que contribuyen a la desconexión con uno mismo y con los demás.
El desafío, según la experta sanjuanina, es replantear el lugar que ocupa el placer en nuestras vidas. Esto implica replantear la relación con la tecnología, fomentar vínculos humanos genuinos y educar sobre la importancia de una sexualidad sana y consciente.
